Su cabeza no paraba un segundo. No
podía dejar de maquinarse, los semáforos tardaban siglos. Varios bocinazos y
alguna que otra puteada ligo por su dispersión. Anna se despertó en pleno
viaje, y no dejaba de llorar. Giro suavemente, le acaricio una de sus
piernitas, y comenzó a cantarle hasta llegar a la cochera del edificio. Como
pudo, haciendo casi malabares, logro llegar al ascensor. Al pasar la puerta,
apoyo todo en el sillón, y ahora si se dedicaría totalmente a su hija. Estaba
molesta, seguía llorando, no había brazos, canciones, ni nada que la calmara.
Seguramente le había transmitido su angustia. Pero era inevitable, se sentía
mal, el hecho de no poder con todo la ponía así. Y la discusión con Pedro no
ayudaba en nada. Habían acordado no volver a discutir delante de la beba. Y lo
único que pedía en este momento, era que él llegara tranquilo.
La llevo a la cama, a esa cama de
solteros de la que tanto se habían quejado, y empezó a mimarla. La beba comenzó
a sonreír, se había tranquilizado. Y no había momento más adecuado para esbozar
esa sonrisa. La levanto nuevamente, y la abrazo fuerte, fuerte. Moro, las
miraba desde el piso. Como si supiera que en ese momento estaba de más.
Paula le hablaba, la mimaba, la
necesitaba cerca. Sentía haberla defraudado. Un mambo más, de cualquier
madre primeriza. La beba simplemente había pasado una mala mañana y ella se
había cargado todas las culpas.
Al rato se sintió la puerta del
departamento. Se había demorado demasiado en llegar. Seguramente había optado
por esperar un rato para tranquilizarse y volver zen a su encuentro.
Parado en la puerta de la habitación,
las vio ahí. Mimándose.
Pedro: Como esta mi princesita? Que le
paso?
Paula: Nada, tuvo una mala mañana.
Pedro: Me podes responder mejor no? Te
lo pregunte bien. Yo soy el que debería estar enojado.
Y si.. los ojos de Paula volvieron a
estallar en lagrimas.-: Siempre tenes ese poder de juzgarme, o enojarte por una
pavada sin escucharme previamente.
Pedro: Para mi no es una pavada que no
me atiendas el teléfono, me preocupe.
Paula volvió a mirarlo a los ojos,
pidiéndole implícitamente un abrazo. Lo necesitaba.
Pedro: Espera Pau, vení conmigo! Que
pasa mi amor? Perdóname… No tomes esto como una discusión, porque esta lejos de
serlo.
Paula: Se que no es una discusión
Pedro. Y te pedí evitar estas situaciones delante de la beba, pero estoy mal.
Anna lloro toda la mañana, yo no podía tranquilizarla, tenía que trabajar, y no
podía cumplir con una cosa ni con la otra. Nada me sale bien..
Pedro: Espera, no seas tan cruel con
vos. Te dije que te tomes un tiempo más para empezar… Te estas apresurando.
Paula: No me sirve en lo más mínimo
los sermones. Yo también te explique que necesito trabajar, sentirme
independiente. Pero, nose… Anna…
Pedro: Anna que? A ver princesita vení
con papá…
Paula: Anna nada… no tuvo una buena
mañana, y estaba conmigo, porque vos estabas trabajando también.
Pedro levantando el nivel de voz-:
Sabes que intente cambiar el día, no pude acompañarlas. Porque no les pedís a
tus amigas o a tu mamá que te acompañen, si taantas ganas de trabajar tenes.
Paula: Porque ni mi mamá, ni mis
amigas son mis esclavas, tienen sus vidas. Y nosotros somos los padres…
Pedro: Y entonces que hacemos? Porque
aunque me pese, tenes razón, tenes ganas de trabajar y no tenes porque dejar de
hacerlo. Y aunque ahora este alterado, no me gusta verte asi.. Veni acá que te
mimamos.
Paula se acerco, los necesitaba, sabia
que era una crisis, que iba a pasar. Y que junto a la beba le iban a encontrar
la vuelta. : Tengo una idea!
Pedro: Cual amor?
Paula: Contratar una chica que me
acompañe, que le resulte conocida a Anna. Que pueda tranquilizarla en sus
caprichos, porque pensándolo en frio, no fue más que eso. Mírala ahora, en
nuestros brazos ella es feliz.
Pedro: mmmm Mirna? No me gustan las
niñeras…
Paula: No, Mirna no. Ella me ayuda en
casa con la limpieza, digo una chica joven, no una niñera, porque no la voy a
requerir full time, solo que me acompañe en viajes y campañas.
Pedro: Puede estar buena la idea, si a
vos te hace sentir segura…que se yo..
Paula: Si, por mas que me pese va a
ser lo adecuado. Hoy me di cuenta que no puedo con todo. Mis fotos parecían de
principiante, no lograba concentrarme. Ni ella, ni yo la pasamos bien así. Hoy
por ejemplo, mi booker la mecía de un lado a otro y no había caso. Es
caprichosa, y la estamos mal acostumbrando de tantos mimos.
Pedro: Esta bien, mañana empezamos la
búsqueda. Tiene que ser de confianza. Ahora quiero que vos te tranquilices.
Paula, lo miro y por más enojos que le
provocaran sus reproches, estaba enamoradísima, y solo él lograba entenderla.
Es solo un momento, es una mirada…
Pedro: Es tarde ya, estamos cansados..
Que te parece si encargamos algo y miramos una película?
Paula: mmmm, si me parece lo mejor.
Pero tengo un mejor plan, si cocinamos juntos? Como en los viejos tiempos? Así
relajo un poco..
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