CAP 829

Por más que se habían acostado tarde, y el sol estaba fuerte, ellos estaban durmiendo, con el aire acondicionado prendido y sin ninguna ventana abierta.

Eran cerca de las 10.30 am, cuando Paula sintió una fuerte puntada que le genero inevitablemente el llanto.

Paula: Amor, Pedrooo, Pedrooo, me siento mal.

Pedro: Mi amor, estoy acá, con vos. Decime que te pasa? Que sentís?

Paula: Nose, Pedro. Una puntada fuerte, muy fuerte acá, tocandose la panza.

Pedro: Será una patada intensa de Annita? O que sentiste? Le preguntaba con la tranquilidad que lo caracteriza.

Paula: No, no fue una patada, no me siento bien. Y si fue una patada, fue muy diferente a todas las anteriores. Debe haber sido una contracción.

Pedro: Una contracción? Escuche mal o me decís que tenés contracciones?

Paula: Nose si son o no contracciones, es la primera vez que siento esto, no soy adivina y es mi primer embarazo, me siento mal. Podes dejar de hacerme preguntas tontas y ayudarme? Me llevas a una clínica por favor?

Pedro: Claro que te llevo, vení que te ayudo así te cambias. Tenes algún dolor?

Paula: No fue solo eso, una puntada fuerte. Pero tengo miedo. Paula no lograba controlar su histeria, por mas que sabía que eso no la ayudaba en nada, y menos en ese momento. A Pedro, se le paseaba el alma por el cuerpo. Y eso que tanto le gustaba de él, en ese momento la impacientaba mas.

Pedro se acerco con su ropa, y la abrazo muy fuerte, para tranquilizarla.

Pedro: Te amo, tranquila, va a estar todo bien.

Paula: Yo también te amo, pero no pidas que este tranquila. Ármame la cartera, no me quiero mover mucho por las dudas.

Lo peor que le podía pedir a Pedro es que armará su cartera, nunca había prestado mucha atención a que llevaba ella adentro, y preguntarle en ese momento iba a provocar su irá. Entonces agarro cosas que el pensaba que eran importantes, y traspaso otro tanto de una cartera que estaba apoyada en el sillón.

Pedro: Vamos mi amor, veni, agarrate de mi, a Moro lo dejamos acá. Te sentís mejor?

Paula: Si gordo, estoy bien. Mientras le sonreía y le pellizcaba dulcemente su mejilla.

Durante el viaje, escuchaban música y Paula no dejaba de acariciarse la panza. Pedro solo se remitió a tratar de tranquilizarla.

Era el primer día del año, los pasillos de la clínica estaban muy tranquilos y ellos impacientes esperando ser atendidos.

Doctora: Chicos, pasen.

Paula: Hola, Doctora. Buen día.

Pedro: Buen día, vinimos porque sintió una fuerte puntada, que la asusto mucho.

Doctora: A ver señora, explíqueme que fue exactamente lo que sintió?

Paula: Eso, una fuerte puntada, la beba suele moverse seguido, me da pataditas, soy mamá primeriza y hay cosas que se me exceden, pero creo que no fue una patadita. Fue más fuerte, Intensa, logro despertarme. Y la realidad es que me asuste mucho.

Doctora: Su nombre? De cuentos meses esta? Vamos a hacer los controles pertinentes.

Paula: Mi nombre es Paula Chaves, estoy transitando el séptimo mes.

Pedro: Esta avanzado el séptimo mes, digo por si aporta algo.

Doctora: Bueno chicos, vamos a controlar pero lo mas probable es que se trate de una contracción. En el mes en curso suelen suceder. No es para alarmarse. Si tienen que preocuparse si se dan con frecuencia, pero así sueltas no pasa nada. Solo provocan susto.

Paula y Pedro se miraron, y si bien, estaban siempre muy conectados a través de las  miradas, este no era el caso. Sentían una mezcla de miedo con tranquilidad, imposible de explicar.

Doctora: Tranquilos chicos, la beba esta bien, sus latidos y movimientos son correctos. Esta en paz, como lo estaban ustedes hasta hace un rato, disfrutando de sus vacaciones. Ellos perciben todo. Asique les pido tranquilidad. Esta todo bien. Cualquier cosa se vuelven a contactar conmigo.

Pedro: Gracias Doctora, las voy a cuidar. Y tendremos en cuenta el tema de la frecuencia.

Paula: Muchas gracias, me voy mas tranquila. Ahora pido en recepcion sus datos. Espero no tener que volver a molestarla.

Doctora: No es una molestia, estoy para esto. Cualquier duda o molestia me llaman o me contactan!

Se despidieron y un poco más tranquilos, se subieron al auto para regresar a la casa de verano en la que estaban parando.