CAP 830

En el auto, Pedro solo se limitaba a mirarla. No podía creer estar tan cerca del nacimiento de Anna. Mientras a Paula se le comenzaron a caer unas lágrimas.

Pedro: Mi amor, tenés que estar bien, lo dijo la médica, suele pasar. No tengas miedo. Lo que si me parece es que Anna tiene mas ganas de estar en tus brazos que de estar en la panza.

Paula no pudo evitar sonreír. Pero era una sonrisa con lagrimas. Paula: Me dio miedo, mira si nacía?

Pedro: Es lo que esperamos hace 8 meses no?

Paula: Si, pero no esperamos que sea así.

Pedro: Mi amor, si hay algo de lo que te tenes que concientizar, es que no te va a avisar con mucha antelación. Y me parece que nos esta haciendo notar las ganas que tiene de conocernos.

Paula: Sos un tierno amor, logras darme paz, cuando lo necesito. Pero eso es lo que me asusta. Que surja de la nada. A mi me gusta tener todo pre meditado. Todo controlado.

Pedro: Y ella lo sabe, te esta avisando que falta poco.

Paula: Ves? Nos falta mucho para ser padres. Somos unos irresponsables. Ni siquiera sacamos turno para el curso pre parto.

Pedro: Uy, tenes razón, nos re colgamos.

Paula: Pero no nos podemos colgar, es nuestra hija. Y sin poder controlarse, volvia a llorar. Su sensibilidad era extrema, todo le daba culpa.

Pedro: Bueno Pau, pero no por eso vamos a ser malos padres, no te pongas mal gorda. Mañana organizamos todo, yo te dije que lo iba a hacer con vos y ahí estaremos.

Paula: Me prometes que me vas a acompañar a todas las clases?

Pedro: Claro, yo también quiero aprender. No muestran nada impresionable no? Porque Annita tiene que ser consciente que tiene un papá fóbico.

Paula: No amor, nada raro. Pero por más fobia que tengas, yo quiero que estés conmigo en el parto.

Pedro: Obvio, lo voy a presenciar, nose en que estado. Y río exageradamente para lograr que ella se contagie.

Sin evitarlo, ella sonrío. Paula: Siempre juntos sin importar como.

Pedro: Tenes hambre? Porque son casi las 13.30 pochi!

Paula: Ay sii, quiero comer sandwichs de miga, algo fresco y acostarme a mimarte toda la tarde.

Pedro: Que buen plan, no me voy a resistir. Es la mejor manera de empezar el año.

Paula: No fue la mejor, lo empezamos a las corridas, asustados.

Pedro: Por eso mismo, ahora tenemos la posibilidad de revertir esa situación y hacer fiaca toda la tarde. Solo te voy a pedir un favor.

Paula: Cual?

Pedro: Que apaguemos los celulares, a la noche cenamos con tu papá y los chicos, si tenes ganas. Pero quiero paz e intimidad esta tarde.

Paula: Mejor plan imposible Alfonso! Pero ahora yo pongo condiciones. Tengo hambre, poder buscar una buena confitería?

Fue así, como llegaron a la casa, con el almuerzo y se sentaron a comer. Siguieron charlando de temas importantes referidos al embarazo, de los cuales no se estaban ocupando en el último tiempo. O si lo hacían, no era con demasiada intensidad.

Pedro había logrado tranquilizar a Pau, ella estaba en paz.

Paula: Tengo ganas de darme un chapuzon en la pileta, me acompañas?

Pedro: Recién terminamos de almorzar mi vida, si queres mas tarde nos metemos. Pero ahora vamos a descansar.

Paula: Es que tengo calor, quiero refrescarme.

Pedro: Me había olvidado de capricho Chaves. Negociamos con una ducha rápida y a la cama?

Paula: Bueno está bien, no te voy a proponer el jacuzzi porque lo ví y no es apto para tres. Pero te duchas conmigo?

Pedro: Dale! Trato! Y después dormimos una siesta!

Paula: Siesta y Pileta.

Pedro: Que raro vos con la ultima palabra.

Los dos sonrieron y entre besos y abrazos se dirigieron al baño.