Cap 839

Pedro entro en la habitación, y Paula estaba ahí, con su piyama, acostada al lado de Juanfi haciéndole mimitos es sus pies y su pancita.

Pedro: Sos tan linda como mamá.. desde que lo agarraste en brazos, no puedo dejar de imaginarte con Annita..

Paula: Sabes que lo mas lindo que me dijiste en el ultimo tiempo no?

Pedro: Es que esta imagen me puede.. Y vos con la panzota, ya no nos falta nada.. Estamos a días de ser papás.. Sos consciente que vamos a dormir con nuestra bebá todas las noches?

Paula sonrío tiernamente : esto es soñado, quiero ser la mejor mamá del mundo..

Pedro: Vas a ser la mejor.. Mientras se acercaba a su lado y la besaba suavemente en su frente…

Paula: Vení, sentate despacito.. No hagas ningún movimiento brusco…

Pedro se sentó a su lado, con una mano abrazándola por la cintura y con la otra apoyada sobre su mano..

Los dos se miraban y no dejaban de sonreír, cuidar a Juanfi era la mejor practica que podían tener..

Pedro: No tenés miedo?

Paula: Miedo a que mi amor?

Pedro: Nose, hoy por ejemplo... A no poder calmarlo? A que no le guste como le habías preparado la leche…?

Paula: Sabes que no… me sentí mas segura que en cualquier otro momento.. estar a punto de ser mamá desato mi instinto maternal.. El bebé esta tranquilo conmigo y yo con el..

Pedro: Que lindo escucharte decir eso. Y es cierto, con vos se tranquilizo, supiste calmarlo, cuidarlo, arroparlo, todo..

Paula: mmmm, estoy sintiendo olor raro, me parece que me esta poniendo a prueba y llego la hora de cambiarle el pañal..

Pedro: Que??? Nosotros? No quéres que llame a Hernán?

Paula lo miró un tanto desilusionada: Gordo, nosotros podemos. Si te da asco yo lo hago sola, pero esta bueno que lo hagamos juntos. De a poco te vas familiarizando.. Vas al living y me traes su bolso?

Tal como Paula le indico, Pedro fue y trajo todo..

Paula: Ahora suavecito, no quiero que se despierte.. Poneme eso ahí, así lo apoyo y lo cambio..

Paula no estaba canchera para cambiar pañales, pero una vez mas el instinto femenino y maternal le estaban jugando una buena pasada... El bebé estaba limpito, perfumado y tranquilo. Aunque no logro mantenerlo dormido..

Pedro: Se despertó mi amor..

Paula: Juanfi, buenas noches bebito lindo.. Como dormías bonito.. El es el tío Pepe! Vení amor, vamos a charlarle un ratito y a jugar con el hasta que le vuelva a dar hambre..

Pedro se incorporo y empezó a sentirse cómodo. Si alguien veía esa imagen, simulaban ser una familia perfecta. Se iban descubriendo ellos mismos en un papel que no conocían. Ambos se sorprendían al verse en esa situación, y sentían admiración por el otro. Se sentían plenos, felices.

Al rato Paula le pregunto a Pedro cuanta leche  de su mamá le quedaba a el bebé porque si bien ellos no tenían problemas en cuidarlo, y es mas estaban fascinados, era muy chiquito y necesitaba de la leche materna.

Pedro fue a la cocina no solo a ver cuanta leche quedaba, sino con el afán de sorprender a Paula, preparo la mamadera y se la alcanzo a la habitación. Su próximo plan? Sentarse y compartir el momento en el que ella volvía a alimentar a el bebé.

Pedro: Me anime y se la prepare, apenas se la entibié, esta a temperatura ambiente, se la das?

Paula: Sos un divino! Me encanta que te animes! Y claro, ahora se la doy. Antes dame un beso..

Pedro la beso y se sentó a su lado a observarla..

Paula: Listo, este gordo come y se duerme como todo bebé es un santo..

Pedro: Dormimos un rato?

Paula: Me da un poco de miedo, pero si, descansemos hasta que nos lo permita.. Vos acostaté de aquel lado, así actuamos como barreras..

Pedro: como vos digas, quéres que me vaya al sillón?

Paula: Nono, la cama es grande.. Quédate con nosotros..

Se acostaron y se volvieron a dormir hasta la próxima mamadera de Juanfi. Ya las cosas se empezaban a complicar, porque necesitaba tomar la teta y alimentarse por su mamá..